Mantener nuestra higiene dental y limpiar incluso las áreas más difíciles es posible gracias a los irrigadores bucales que encontrarás en esta web.
En esta web encontrarás toda la información necesaria para que al momento de adquirir un irrigador dental la elección que tomes sea correcta. Queremos que antes de decidirte por uno de estos productos puedes resolver todas las dudas que se te presenten.
Un irrigador dental es un aparato que complementa el cuidado y la limpieza higiénica del área dental, con el cepillado, el hilo y las bandas dentales.
Gracias a estos equipos podremos tener una limpieza bucal mucho más completa, logrando liberar de restos de comida o suciedad todas las áreas de nuestra boca, incluso las de difícil acceso.
Estos equipos, utilizados desde antaño por nuestros dentistas, han llegado al mercado en su versión portátil para que podamos utilizarlos todos los días. Gracias al reducido tamaño que presentan algunos de estos modelos no importa donde estemos, siempre podremos tener nuestros dientes y encías bien limpios.
Ya sea que tengamos ortodoncias fijas, implantes bucales, nos cueste acceder con el cepillo a todas las áreas del interior de nuestra boca o simplemente queramos arrasar con todos los restos de comida para cuidar nuestra salud dental, adquirir un irrigador dental puede ser la mejor opción, ya que estos aparatos están diseñados para emanar un chorro de agua a presión y gracias a su cánula o boquilla dirigir toda la presión hacia un sector en particular es muy sencillo.
Un irrigador dental se utiliza para limpiar de toda nuestra boca los restos de comida, el sarro o la placa bacteriana. Estos equipos utilizan la presión de un chorro de agua para poder retirar todas las partículas que puedan estar atascadas entre nuestros dientes o encías. Funciona como un elemento complementario al cepillado de dientes, dando como resultado una higiene dental mucho más profunda.
Para entender su funcionamiento, primero debemos conocer las partes que conforman un irrigador bucal:
Aunque existen modelos de irrigadores dentales que funcionan conectándose al grifo de la red de agua, la mayoría de los irrigadores dentales están compuestos por tres partes bien definidas:
Podemos decir entonces que un irrigador dental funciona gracias a la presión de agua que genera, la cual nos permite limpiar de manera eficiente toda nuestra cavidad dental.
Dependiendo del tipo de irrigador bucal, esta presión puede generarse partir una bomba motora, accionada por baterías que al succionar el agua almacenada en el depósito, permite expulsarla a través de la cánula o boquilla con suficiente fuerza para remover el sarro, la placa bacteriana o los restos de comida que puedan presentarse.
Otros irrigadores cuentan con un sistema que permite incrementar la presión del agua de grifo (irradiadores sin motor) para luego disparar un chorro preciso a través de la cánula y limpiar así toda nuestra boca.
La mayoría de modelos cuentan con la posibilidad de regular la presión de agua, para lograr así adaptar su funcionamiento a la sensibilidad de cada persona que desea utilizarlos.
Aunque su funcionamiento es muy similar en todos los casos, existen al menos 3 tipos diferentes de irrigadores bucales:
Utilizar un irrigador bucal es muy sencillo. Primero debemos llenar su depósito con agua, la cual podremos obtener de nuestro grifo y una vez que el tanque está lleno procedemos a regular la presión de agua.
Lo mejor es direccionar su chorro hacia el lavabo hasta encontrar la presión deseada y luego proceder a aplicar este chorro sobre nuestros dientes y encías.
Para evitar molestias al momento de utilizarlo y no desparramar agua por todos lados, puedes cerrar un poco los labios e inclinar el cuerpo hacia la pileta. En esta posición podemos encender nuestro irrigador dental y proceder a realizar toda la limpieza bucal sin dificultades.
Durante su utilización se recomienda mantener la cánula a cierta distancia de los dientes y encías, procediendo a desplazar el chorro de agua a presión de manera ordenada, siguiendo la línea de nuestras encías por toda la superficie bucodental, para lograr arrasar así con toda la placa bacteriana, el sarro o los restos de comida que puedan presentarse.
Al finalizar el proceso de limpieza de nuestra cavidad bucodental lo mejor es vaciar el depósito de líquidos y proceder a higienizar la boquilla de nuestro irrigador. De esta manera podremos mantener nuestro equipo en óptimas condiciones e incluso extender su vida útil por más tiempo.
Gracias a sus 5 modos de limpieza y sus 6 boquillas intercambiables, este irrigador dejará nuestra cavidad bucal bien higienizada en todo momento.
Cuenta con diseño portátil muy práctico. Funciona con baterías y está diseñado para que lo utilicemos incluso en la ducha.
Su presión alcanza los 110 psi en modo PULSO para una limpieza profunda y en su modo BAJO la misma no supera los 30 psi para dientes y encías muy sensibles.
Diseñado con una batería de 2000mAh, este irrigador se carga en 5 horas y puede utilizarse hasta 10 días sin recargarse.
Con una capacidad de 600 ml y 10 tipos de presión de agua diferentes, este modelo está diseñado para trabajar sobre nuestros dientes y encías liberándonos de toda la placa bacteriana en una sola pasada.
Cuenta con 8 cánulas multifuncionales y la posibilidad de variar entre 20 y 150 psi la presión del chorro. Su depósito de agua es más que suficiente para irrigar varias veces toda nuestra boca sin tener que volver a llenarlo.
Mide 11,5 x 13,7 x 20,5 cm lo que nos permite ubicarlo fácilmente en el lavabo y pesa tan solo 272 g.
Este irrigador dental fue diseñado especialmente para personas con brackets, ortodoncias o implantes dentales. Gracias a su boquilla giratoria (360°), sus 3 niveles de potencia y su tanque de 300 ml este aparato nos permitirá realizar hasta dos limpiezas continuas sin tener que recargar su depósito.
Cuenta con 4 boquillas intercambiables para que podamos acceder fácilmente a todas las áreas de nuestra boca. Su batería requiere de un tiempo de carga aproximado de 3 horas aunque puede funcionar durante 8-10 días sin volver a recargarse.
Diseñado como complemento para mantener bien limpios nuestros dientes y encías por más tiempo, el irrigador Oxyjet cuenta con la posibilidad de intercambiar sus cánulas entre 4 modelos diferentes y un depósito de 600 ml que permite añadir enjuague bucal al agua.
Además, gracias a su presión regulable podremos variar la intensidad del disparo entre 5 posiciones diferentes para adaptarla a cada momento, cuidando así la sensibilidad de nuestras encías.
Este irrigador también nos permite variar el modo en que sale el chorro entre dos posibilidades: mono-chorro para limpiar un área específica y multi-chorro para masajear fácilmente nuestras encías.
Este irrigador está diseñado con un tanque de agua de 600 ml y un rango de presión variable entre 30 y 120 psi, lo que nos permitirá tener nuestra cavidad bucal siempre bien higienizada.
Cuenta con 8 puntas intercambiables, 3 cánulas de alta presión y 5 boquillas específicas para remover toda la placa bacteriana de nuestra boca sin problemas.
Gracias a sus reducidas medidas (12,5 x 10 x 20 cm) podremos instalarlo en el lavabo sin problemas.
El WP 600EU es el modelo más avanzado en equipos de sobremesa que la marca WATERPIK presenta.
Cuenta con un depósito de 650 ml y 10 ajustes de presión diferentes para que podamos utilizar este equipo a cada momento. Sus 3 puntas de chorro clásicas junto a sus 4 puntas especiales hacen de este irrigador una herramienta muy versátil para lograr retirar todos los restos de comida de nuestra boca.
Es capaz de eliminar hasta un 99% de la placa bacteriana lo que hace de este irrigador una herramienta complementaria al cepillado muy buena.
Existen en el mercado una gran variedad de precios para cada irrigador dental. Es por eso que a la hora de adquirir uno, debemos primero estudiar sus características técnicas, así como también la cantidad de accesorios que trae y el tipo de funcionalidad para lo cual fue diseñado. De esta manera será mucho más fácil seleccionar nuestro modelo ideal y poder así comparar precios y calidad que cada marca tiene para ofrecernos.
En este sitio encontrarás modelos que van desde los 29,99 € como este modelo o diseños con mayores prestaciones pero a precios más altos que rondan los 84,99 € como es el caso de este otro modelo.
Al preguntarnos cuándo se debe utilizar un irrigador bucal podemos afirmar que el momento del día más acordes que antes de irnos a dormir.
Aunque estos equipos pueden utilizarse durante todo el día y es recomendable su utilización después de cada comida, no siempre contamos con el tiempo suficiente para hacer una limpieza completa y profunda de nuestra boca, es por eso que se recomienda su utilización durante la noche, justo antes de ir a la cama.
Los irrigadores dentales pueden usarse antes y después del cepillado de dientes, aunque la mayoría de odontólogos recomiendan su utilización justo después del cepillado convencional.
Estos equipos fueron diseñados para complementar el cepillado convencional y no para sustituirlo.
Si logramos implementar la utilización de nuestro irrigador dental de manera correcta no existen contraindicaciones para su utilización.
Estos equipos fueron pensados para limpiar en profundidad la placa bacteriana, los restos de comida y el sarro de nuestra boca pero así también nos permiten regular su presión de líquido para evitar dañar nuestras encías y conseguir un resultado óptimo al momento de higienizarnos.
Para evitar producir daños en el interior de nuestra cavidad bucal se recomienda leer el manual de nuestro irrigador y comenzar siempre con la presión mínima, para luego ir aumentando la intensidad hasta lograr los resultados deseados.
La mayoría de las personas que han utilizado un irrigador dental han notado la diferencia que esto conlleva en cuanto a la higiene y el mantenimiento de toda nuestra cavidad bucal. Es por eso que aquí queremos dejar alguno de los testimonios para que compruebes que han dicho nuestros clientes:
Al principio tenía dudas de adquirir un irrigador dental, pero inmediatamente después del primer uso noté la diferencia, puede limpiar a fondo toda mi boca sin tener que preocuparme por que el hilo dental se atasque entre mis dientes.
JUAN CARLOS, 31 años – Barcelona.
Gracias a mi irrigador bucal ahora siento una sensación de limpieza mucho más profunda en toda mi boca, yo tengo implantes y desde que lo uso he logrado mantener mis encías bien sanas sin dificultades.
ANA MARIA, 52 años – Madrid.
Al principio no quería usarlos pero mi odontólogo me lo recomendó y accedí a probarlo. Es increíble la facilidad con que remueve los restos de comida, incluso el sarro ha desaparecido de mis dientes.
ALAN, 19 años – Sierras de Huelva.